En el s. XII Añón fue enconmendado a la Orden de San Juan de Jerusalén para defender esta zona fronteriza junto a las plazas fuertes de Tarazona, Borja y Magallón. Los hospitalarios levantaron un importante castillo y su casco urbano se rodeó de una muralla de cantos rodados y torreones. El primer comendador del que se tiene constancia fue Alamán de Luna. La encomienda dúplice de Añón-Talamantes pasó a integrarse en la Orden de San Juan de Jerusalén tras la extinción de la Orden del Temple. Así durante ocho siglos los sanjuanistas mantuvieron su poder en Añón.
Añón recrea la figura del comendador, la toma de posesión, la ceremonia. Representa una eucaristía para el nombramiento de caballeros y damas de la Orden hospitalaria. Durante todo el día hay talleres y mercado medieval en las calles.
Se celebra en la localidad de Añón del Moncayo el último sábado del mes de octubre.